Ante un estímulo no siempre se reacciona involuntaria y automáticamente, de forma refleja; en general, el hombre no tiene consciencia del medio que le rodea: ve, oye, huele y siente, etc. Es por tanto consciente, sensible a estos estímulos y genera una respuesta.
El movimiento por la contracción de los músculos es en general voluntario, para acciones como sentarse, coger un vaso, etc... En estos casos, la voluntad puede optar por realizar o no el movimiento. Los movimientos voluntarios dependen de la orden que se genera en los hemisferios cerebrales, en los centros motores, que, radican en la corteza cerebral de materia gris y su ejecución por el órgano correspondientes: pierna, brazo, mano, etc.....
Arco Reflejo.
Para que se produzca una sensación es necesario que:
- El órgano sensorial haya sido excitado por un agente, por ejemplo, una luz, un contacto, un sonido, etc...
- La corriente nerviosa sea conducida por los nervios sensitivos hasta la sustancia gris de los hemisferios cerebrales.
- La sustancia gris transforme los estímulos en sensaciones.
La correcta regulación y coordinación de los órganos internos, es efectuar por el sistema nervioso autónomo, neurodegenerativo o involuntario, llamado así porque ejecuta funciones independientes de la voluntad.
- Existen dos tipos de sistema nervioso autónomo: El simpático y el parasimpático.
Sistema nervioso simpático: encargado de activar los órganos del cuerpo para hacer que trabajen de una forma más intensa. Así, ante el ejercicio físico el organismo responde con una elevación del ritmo cardiaco y respiratorio.
Sistema nervioso parasimpático: por el contrario, realiza su acción provocando la relajación y un funcionamiento más lento de los órganos.
Sobre el sistema nervioso.
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